DIFUSIÓN Y PERVIVENCIA DEL ROMANCE

El siglo XVI es la época favorita en cuanto a la popularidad del romance.

En Portugal, poetas como Gil Vicente y Camoes aluden a los romances y se conservan en la tradición oral de este país.

También se difunden por Italia, Alemania, Países Bajos, América y Canarias, debido a la política imperial de Carlos V.

En el siglo XVIII, tiende a olvidarse, quedando sólo presente en el pueblo. Recobran fuerza en el XIX con el Romanticismo. El Duque de Rivas escribe unos Romances históricos en 1841 y aparecen romances en el teatro de Zorrilla. El siglo XIX verá los grandes estudios sobre el Romancero con Milá y Fontanals, Menéndez Pelayo y Menéndez Pidal.

En el siglo XX, se asocia con Manuel Machado, Valle-Inclán, Baroja, Marquina, Unamuno, Gerardo Diego o García Lorca.

ROMANCE DE LA LUNA. LUNA. GARCÍA LORCA

La luna vino a la fragua 
con su polisón de nardos. 
El niño la mira mira. 
El niño la está mirando. 

En el aire conmovido 
mueve la luna sus brazos 
y enseña, lúbrica y pura, 
sus senos de duro estaño. 

Huye luna, luna, luna. 
Si vinieran los gitanos, 
harían con tu corazón 
collares y anillos blancos. 

Niño déjame que baile. 
Cuando vengan los gitanos, 
te encontrarán sobre el yunque 
con los ojillos cerrados. 

Huye luna, luna, luna, 
que ya siento sus caballos. 
Niño déjame, no pises, 
mi blancor almidonado. 

El jinete se acercaba 
tocando el tambor del llano. 
Dentro de la fragua el niño, 
tiene los ojos cerrados. 

Por el olivar venían, 
bronce y sueño, los gitanos. 
Las cabezas levantadas 
y los ojos entornados. 

¡Cómo canta la zumaya, 
ay como canta en el árbol! 
Por el cielo va la luna 
con el niño de la mano. 

Dentro de la fragua lloran, 
dando gritos, los gitanos. 
El aire la vela, vela. 
el aire la está velando.



 

 La guerra civil proporciona gran material temático.

Según Rodríguez Puértolas, el romancero es la manifestación artística de la descomposición del feudalismo en el siglo XIV, cuyo correlato literario es la decadencia de la poesía lírica. Carecen del comentario moralizante del narrador.

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